Los puentes del río Lozoya

Marco Geográfico
A lo largo del río Lozoya esta ruta se desarrolla por los términos municipales de Lozoya, Canencia y Garganta de los Montes, en Madrid.
El objetivo de esta ruta es recorrer una serie de cañadas y caminos vecinales que nos conducirán a la orilla del río Lozoya, que remontaremos pasando por algunos puentes medievales.
Descripción del itinerario
Iniciaremos la ruta en el caserío de El Cuadrón (1130 m), tomando la cañada La Pajarilla que enlaza con la cañada de las Cercas por la que llegaremos al pueblo de Garganta de los Montes.
Desde allí una pista rodea Cabeza Herreros y, tras cruzar la carretera de Canencia, desciende a cruzar el arroyo de Canencia por el puente de Matafrailes, de un sólo ojo.
Seguidamente, el camino nos conduce a la pequeña represa de las Castillas, en el río Lozoya, y a la dehesa de Lozoya que atravesaremos, siempre con el río a nuestra derecha.
Aguas arriba, alcanzaremos el puente del Congosto, donde las aguas se encajonan en un estrecho y recoleto cañón, formando las características marmitas de gigante. Tras cruzarlo, nos dirigiremos al aparcamiento de la presa de Pinilla, donde finaliza esta sencilla ruta.
Valores naturales
Tanto las orillas del Lozoya como la Dehesa boyal se conservan en buen estado, con bosques de ribera y espesos rebollares de Quercus pyrenaica.
A destacar las marmitas de gigante que se forman en el río Lozoya, en el entorno del puente del Congosto, originadas por una peculiar erosión del agua sobre las rocas del curso del río.
Valores culturales
El embalse de Pinilla se inauguró el 30 de mayo de 1967, tras la prolongada sequía de 1964 que puso en un aprieto el abastecimiento de agua a la capital. Es el embalse de cabecera del río Lozoya y forma parte de la red de embalses (Riosequillo, Puentes Viejas, Villar y Atazar) que el Canal de Isabel II tiene en este curso de agua. La presa mide 295 m de longitud, 30 m de altura y almacena 38 hm3.
Aparte de la importancia que la Dehesa ha tenido en toda España en la conservación de bosques, que de otro modo hubiesen desparecido, hay que destacar que este recorrido se supone que fue utilizado por Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, allá por el siglo XIV, en sus correrías por la sierra, tal y como narra en el Libro del Buen Amor.
El puente del Congosto tiene un origen incierto: para algunos autores es romano, mientras que para otros su origen es medieval (s. XII-XII). Lo cierto es que aparece citado en el Libro de la Montería, que el rey Alfonso XI de Castilla mandó escribir a mediados del siglo XIV, y que fue objeto de una reparación en el siglo XV. El puente tiene seis metros de luz con los que salva la profunda garganta del río Lozoya.
Del puente de Matafrailes no se conoce exactamente la fecha de la obra original. Posee un solo arco y ha sido restaurado en fechas recientes. La altura del puente es considerable, puesto que los estribos sobre los que se apoya, están ubicados sobre dos altas rocas, lo que le protege de las crecidas otoñales y primaverales. El tablero tiene una anchura mayor en los extremos que en el centro, posiblemente para facilitar el cobro de los derechos de pontazgo.
Dificultad de la ruta
Pequeña, pues los desniveles que se superan son pequeños.
Equipo recomendado
Botas de montaña; mochila con comida y agua (1,5 litros mínimo); ropa ligera, gorra, protector solar, bastones, botiquín personal,… Y una chaqueta impermeable en el fondo de la mochila, por si aparecen nubes de evolución diurna.
Es recomendable llevar un pequeño bolso de mano con ropa de repuesto que se deja en el maletero del autocar. De esta forma, al regresar puede uno cambiarse, si por la razón que fuera se hubiese uno mojado (o no).
Por otra parte, y con el fin de no ensuciar el autocar, se ruega se lleve calzado de respuesto que se dejará en el maletero, quitándose las botas antes de subir al autocar.
Por razones de seguridad, los bastones se transportarán necesariamente en el maletero del autocar.