El Madrid de Galdós

Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843 – Madrid, 1920) es el mejor novelista español desde Cervantes. Su complejo mundo de ficción se desarrolla en gran parte en el entramado urbano del Madrid del siglo XIX y principios del XX, ambientado con precisión y vitalidad inigualables. Pero en este paseo, en el año del centenario de su fallecimiento, no rememoraremos los escenarios de las obras de Galdós, sino su biografía en la ciudad, en la que escribió casi toda su obra y vivió intensamente desde su llegada en 1862. Recordaremos las tertulias en las que participó, los periódicos y revistas en los que escribió, su actividad en instituciones culturales y su participación política. Visitaremos las casas en las que vivió, las imprentas que publicaron sus libros, los teatros en los que se estrenaron sus obras y recordaremos los principales acontecimientos históricos que vivió.
Comenzaremos el paseo en la Plaza Mayor, muy vivida por Galdós, y escenario de algunas de sus novelas. Observaremos desde ella la calle Toledo, la que más le gustaba a don Benito. Luego iremos a la Plaza de la Villa, donde estuvo su capilla ardiente y visitaremos la primera casa en la que residió Galdós en Madrid y que todavía permanece en pie en la calle de las Fuentes. Después recordaremos la participación del escritor en los incidentes de la famosa Noche de San Daniel, en 1865. Muy cerca se encuentra el Teatro Real, al que acudía Galdós como aficionado a la música y también como periodista, ya que realizó interesantes crónicas musicales.
A continuación, nos dirigiremos a la Puerta del Sol, donde rememoraremos algunos de los acontecimientos históricos que vivió Galdós en este lugar. Localizaremos el Café Universal, muy frecuentado por el escritor y escenario de algunos pasajes, y también el Café de las Columnas. No dejaremos de evocar su multitudinario cortejo fúnebre que partió desde aquí hasta el Cementerio de la Almudena por la calle de Alcalá el 5 de enero de 1920. Continuaremos por la calle de Alcalá para localizar algunos de los cafés que también frecuentaba, como el Fornos, el Suizo o el Inglés, este último en la calle Sevilla. Terminaremos ubicando el también desaparecido Café de la Iberia y visitando el superviviente Lhardy.