Braojos - Cerro de la Cabeza

Marco Geográfico
Esta ruta transcurre por la vertiente meridional de la Somosierra, entre los términos municipales de Braojos y Gascones, dentro de la provincia de Madrid.
Descripción del itinerario
El itinerario se inicia en Braojos, siguiendo las marcas del sendero PR 38 que remonta el curso del arroyo de la Trocha hasta el molino del Vadillo, más allá del cual un puente nos permite cruzar a la orilla derecha y ascender al collado Mediogrande (1382 m) y de allí al cercano cerro de la Cabeza (1394 m), donde se ubican unos fortines más espectaculares con un impresionante puesto de mando, camuflados entre el pinar.
Desde este mirador descenderemos, alternando praderías y bosquetes de rebollo hasta los Cerrillos (1239 m), donde podremos contemplar otros fortines, antes de bajar al cordel de Arcones y por pistas y senderos alcanzar el descansadero de la Puente Ancha, cruzar el arroyo y ascender a Braojos, donde finaliza esta variada e interesante ruta.
Valores naturales
El entorno natural del municipio de Braojos se divide en tres tipos de paisaje, y aunque los tres poseen una vegetación autóctona similar (robles, fresnos...), cada uno se diferencia por su utilización y por una flora y fauna propia. Así, en los alrededores del pueblo, se encuentran olmos, robustos robles, fresnos y ciruelos formando setos que limitan prados, linares y pequeños huertos familiares. Junto con las salgueras, endrinos, zarzamoras y nogales constituyen la vegetación más representativa de las cercanías de Braojos.
Valores culturales
Encontraremos a lo largo de la ruta varios fortines y restos de la Guerra Civil: Una vez conquistado el alto de Somosierra por las tropas de García Escámez, a cuyo frente tenía al teniente coronel Cebollino, éste logra descender hasta las inmediaciones de Piñuécar, amenazando los embalses que abastecen de agua la capital. El 25 de julio de 1936 toma el mando de las fuerzas republicanas en el sector el general Riquelme. El alto mando republicano manda refuerzos para evitar que estos sean tomados por las columnas nacionales, hecho que hubiera provocado la precipitada caída de la capital ante la falta de suministro de agua.
El día 27 de julio García Escámez avanzó hacia el sur y ocupó Robregordo, La Acebeda, Braojos, La Serna, Piñuécar y, más al este, Madarcos, Prádena del Rincón y Montejo de la Sierra, disponiendo la artillería al suroeste de Braojos y al norte de Cabeza Piñuécar. Por su parte la artillería del ejército republicano, situada a ambos lados del Portachuelo, controlaba la bajada a Buitrago y la carretera de Burgos.
En estos cerros los nacionales situaron un complejo sistema defensivo de hasta 8 posiciones. Desde casi el comienzo de la guerra fue ocupado por las tropas nacionales de Escámez y ya no varió prácticamente a lo largo de toda la guerra excepto algunos movimientos para rectificar ciertas posiciones con vistas a mejorar su situación estratégica.
Se destaca el cerro de la Cabeza, y diferentes posiciones en los Cerrillos. La primera de las posiciones es un complejo sistema de trincheras, fortificaciones, nidos, refugios subterráneos, viviendas, observatorios y un magnífico puesto de mando donde se puede leer la inscripción de quién lo construyó: la 1ª cía del III Bon. Del Rgto San Quintín nº 25. La segunda posición se extiende por un amplio cerro, destacando varios nidos circulares muy originales, un fortín para pieza artillera y un polvorín espectacular. Los restos de la posición "Rocosa Alta" o "Cerro de la Cabeza" (se llama de ambas formas), son de los mejores que puedan admirarse en los frentes de la comunidad.
Dificultad de la ruta
Media sin nieve, y alta si el blanco elemento hace acto de presencia.
Equipo recomendado
Chaqueta impermeable, botas de montaña, mochila con comida y agua (1 litro mínimo), botiquín personal, bastones, paraguas plegable. Aconsejable llevar calzado y ropa de repuesto.