Transformaciones urbanas del siglo XIX: el Madrid galdosiano

Madrid pasó de ser la corte del antiguo régimen a la capital del estado liberal español mediante un largo y complejo proceso histórico que abarca todo el siglo XIX y buena parte del XX. Estas transformaciones se manifiestan en el urbanismo y la arquitectura de la ciudad de forma muy clara.
A través de este itinerario podremos comprobar la importancia de estas reformas urbanas y a través de ellas analizaremos la implantación del liberalismo, los inicios de los movimientos sociales, el nacimiento del capitalismo financiero y las tertulias literarias y políticas. Llos textos de Benito Pérez Galdós nos acompañarán a lo largo del recorrido. Su complejo mundo de ficción se desarrolla en gran parte en el entramado urbano del Madrid del siglo XIX y principios del XX, ambientado con precisión y vitalidad inigualables.
Reviviremos la historia política española del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX frente al Congreso de los Diputados, donde iniciaremos el paseo. Continuaremos por la calle de Alcalá, donde se abre la Gran Vía y donde establecieron su sede los grandes bancos y compañías de seguros de principios del siglo XX. Recordaremos también los desaparecidos cafés en los que se celebraban tertulias de vital importancia para la política, las letras y las artes españolas.
Continuaremos hasta la Puerta del Sol, la operación más importante de todo el reinado de Isabel II, que consolidó su posición como centro capitalino. Obra impulsada por el municipio, con apoyo del gobierno e inspiración de la burguesía madrileña, tras la promulgación de tres leyes especiales en 1855-1857 y 1859 y numerosas disposiciones gubernamentales, las obras no culminaron hasta 1862.
Veremos también algún ejemplo de las desamortizaciones de los años 30 y 50 del siglo XIX, cuando numerosos conventos fueron demolidos, dejando sitio a plazas o a nuevos edificios públicos o privados. Por la calle de Arenal llegaremos a la plaza de Isabel II, otra importante reforma decimonónica y terminaremos en la plaza de Oriente, resultado de los derribos decretados por José I y de dos sucesivos proyectos, uno con trazado circular de González Velázquez en tiempos de Fernando VII, y otro, el de Pascual y Colomer, terminado en 1844. Recordaremos también la apertura de la calle Bailén y el viaducto sobre el barranco de la calle de Segovia, tal vez la principal obra urbana en el casco histórico del periodo del Sexenio Revolucionario (1868-1874).