Pallars Jussà: La Val Fosca y el Desfiladero de Collegats

 Miércoles, 1: Madrid-Pobleta de Bellveí. Necrópolis tubular de la Sierra de Cimillini, Dolmen de la casa Encantada y Aldeas de Corroncui, Cadolla y Naens.
Salida de Madrid Atocha en el tren AVE a las 9.30 h, con llegada a Lleida 11,29h donde nos estará esperando el guía. Una vez en la furgoneta nos dirigiremos a la preciosa comarca rural del Pallars Jussa para hacer la primera de nuestras rutas.
Comenzaremos a caminar en la aldea de Corroncui, atravesando la Solana de la Cercua, que nos conducirá a la cima de la Sierra de Comillini, con vistas panorámicas de las sierras calizas del Pallars y a los restos de la necrópolis tumular. Comenzaremos a descender entre bosques de encinas y robles por pistas y senderos casi olvidados, hasta encontraros con el maravilloso Dolmen de la Casa Encantada, uno de los muchos ejemplos de arquitectura neolítica dispersos por esta zona, habitada desde hace miles de años, debido a ser un buen territorio de caza entre la media y la alta montaña.
Seguimos la ruta cerca del borde de la montaña, para llegar a la aldea de Cadolla, pasaremos por detrás de la iglesia para encontrar el nuevo camino que pasa por dentro del barranco del Vedat del Solat, del río de Cadolla, después por caminos tradicionales hasta Naens, donde finaliza la ruta de hoy (13km, 390 m de subida y 700 de bajada).
Traslado hasta la Pobleta de Bellvei, donde se encuentra nuestro hotel y cena.
 Jueves, 2: Desfiladero de Collegats, Rocs de Queralt, Pic de la Llosa, Monasterio y Barranco de Sant Pere de les Maleses y Cova de la Serpent.
Después de desayunar nos dirigimos hacia La Pobla De Segur para entrar en el valle de la Noguera Pallaresa. El camino antiguo que va desde la fuente de la Figuereta al monasterio de Sant Pere de les Maleses y pasa después por la cova de la Serpent, nos descubrirá el espectacular desfiladero de Collegats. Este paso natural entre los dos Pallars, el Sobirá y el Jussá, es por donde el río Noguera Pallaresa encuentra su camino para bajar hacia el sur. Estas altas paredes de roca de este espacio protegido del Pallars fueron una barrera natural infranqueable durante muchos años.
Salimos desde el mismo parking de la Font de la Figuereta, cruzamos la nacional y subimos en zigzag por la pista, ya por sendero alcanzamos la font de la Figureta y más adelante la ermita de Sant Miquel. Caminando bajo las impresionantes paredes de las Rocs de Queralt, llegaremos al mirador donde disfrutar de las vistas del valle del río Noguera Pallaresa con el embalse de Sant Antoni al fondo, giraremos izquierda para llegar al collado de Montsur, desde aquí nos acercaremos al Turó (pic) de la LLosa para tomar algo y disfrutar de las vistas de las grandes paredes de colores rosaceas-anaranjadas, un espectaculo apabullante. De vuelta al collado comenzaremos a bajar para seguir el arroyo de Queralt hasta su desembocadura en el barranco de Sant Pere.
Llegamos a las ruinas del monasterio de Sant. Pere de les Meleses, la primera mención que se ha encontrado del monasterio es del año 868. Lo más destacable son los dos ábsides de la iglesia en los que pueden verse algunos restos de pinturas murales. El templo estaba construido debajo de una roca que hacía las funciones de techo. Viendo la estructura se puede deducir que el templo original tenía unos once metros de largo por ocho de ancho y que tenía la portada de entrada situada en la zona del mediodía.
Volvemos por el mismo camino hasta el cruce donde tomamos dirección a la cova de la serpent. Curiosa cavidad, de 26 metros de longitud, por su leyenda: La leyenda dice que esta cavidad natural antiguamente estaba habitada por una serpiente gigante que engullía cualquier persona o animal que pasara por delante de su escondite. Un monje del monasterio de Sant Pere de les Maleses, harto de ver cómo la serpiente gigante se comía todos los burros que pasaban por delante, decidió pasar a la acción. Cargó el burro de panes, dentro de los cuales había escondido docenas de cuchillos. La serpiente se lo tragó entero, pero el bocado la mató, ya que los cuchillos le agujerearon el estómago y las tripas. Una vez muerta, su monstruosa osamenta quedó marcada para siempre en la roca del techo de la cueva.
Seguimos ya en descenso, pasando por delante de paredes de escalada hasta llegar de nuevo a la nacional. La cruzamos y nos adentramos por el Congost de Collegats hasta el parking (18km, 890 m de subida y bajada). Visita a Peramea, pueblo de origen medieval que está rodeado por una muralla y sirven refrescos estupendos.
Volveremos después a nuestro hotel y cena.
 Viernes, 3: el Montsent de Pallars (2883 m) y el Motorroio (2861 m).
Hoy subiremos a dos de las montañas más altas y emblemáticas del Pallars. El Montsent de Pallars es una cima visible desde parte de las Tierras de Poniente, hace de divisoria separando los dos Pallars (el Pallars Sobirà del Pallars Jussà). Es la cima más emblemática de La Vall Fosca y La Vall d’Àssua, cima situada en La Serra del Rei, aislada de las demás cordilleras cercanas, solitaria y muy expuesta al fuerte viento pero que por su posición privilegiada nos brinda muy buenas panorámicas.
Podremos ver, si el día es claro, el lejano Turbón con su característica silueta alargada y redondeada, La Vall Fosca a nuestros pies al oeste-sudoeste, y al oeste La Vall de Filià. También Los Besiberris, al norte-noroeste vemos parte de los Estanys de la Colomina pudiendo incluso distinguir el Refugi de la Colomina. Detrás pegado al Montsent de Pallars el rojizo característico del Montorroio, al norte podemos distinguir el Pic de Peguera con su esbelta y piramidal silueta, hacia el noroeste y muy cerca la también silueta piramidal del Pic de Subenuix, hacia el este la lejana Pica d’Estats con sus reconocibles tres cimas, El Cadí y el Cordal Andorrano.
Para comenzar la ruta tenemos que ir hasta la cabecera del valle donde se encuentra el embalse de Sallente. Aquí hay un teleférico que te puede subir los primeros 150 metros de desnivel, pero que al solo funcionar en verano, nosotros comenzaremos a caminar para salvar ese desnivel por la canal de Pigolo, al salir de ella nos montaremos en el espolón para llegar a la cima del Montsent, desde aquí y por la cuerda bajaremos al collado del Clot de Montorroi y con un pequeño esfuerzo más llegaremos a la cima del Montorroi. Si no se quieren realizar las dos cimas, si hace buen tiempo y siempre a criterio del guía, se puede quedar uno esperando en el collado. Es una ruta corta pero exigente, iremos a un ritmo tranquilo en el que todo el mundo podrá realizarla, si acabamos pronto iremos a remojar los pies al río y el gaznate al bar de algún maravilloso y pequeño pueblo de la zona (12 km, 1185 m de subida y bajada).
Regreso al hotel y cena.
 Sábado, 4: Capdella y circular por los estanys (ibones) de Tapat, Salat, Redó, Travessani y Franci.
Hoy comenzaremos la ruta en el pueblo de Capdella y nos adentraremos en uno de los valles secundarios más bonitos del Pallars Jussà, el valle de Riqüerna, con su río del mismo nombre, tributario del río Flamisel que es el que discurre por la Vall Fosca. Fantástica ruta que, desde el bonito pueblo de Cabdella y siguiendo el Valle del Río de Riqüerna, nos lleva hasta el Pontet de Rus y, ya más arriba, hasta el Estany Tapat, donde realizaremos un recorrido circular para visitar el resto de lagos de origen glaciar, enclavados en maravillosos lugares, haciendo como resultado un paisaje espectacular, Una ruta que debe realizarse si o si.
Empezamos a caminar a la plaza que hay a la entrada del pueblo. Y subimos por medio del pueblo, pasando junto a la iglesia románica de Sant Vicenç, que visitaremos de vuelta. Primero pasaremos por un camino empedrado dentro del bosque, con pendiente moderada. Hasta que lleguemos al valle abierto con muy buena panorámica del Valle y montañas de alrededor, y con pendiente ya más suave iremos caminando hasta el Pontet de Rus, donde hay una cascada espectacular. Se trata de un lugar ideal para tomar un pequeño bocado y coger fuerzas para subir hacia el Estany Tapat. Poco después del Pontet de Rus, tomaremos el GR 11.20, dirección al Estany Gento, y que va siguiendo el curso del Barranc de las Maineres. El Estany no lo veremos hasta que lo tengamos delante (17 km, con 925 m de subida y bajada).
Al llegar a Cabdella aprovechamos para visitar la iglesia, y disfrutar de las vistas del mirador sobre la Vall Fosca. Vuelta al hotel y cena.
 Domingo, 5: Sierra de la Bastida, Senterada, Bastida de Bellera, Pont del Diable y Estavill.
Salimos desde Senterada y enseguida encontramos el sendero en subida que nos llevará hasta el pueblo casi deshabitado de Bastida de Bellera donde actualmente hay una casita de pastores habitada algunos meses en primavera y verano. El sendero comienza boscoso y continua panorámico una vez por la cresta. No nos olvidaremos de visitar la ermita de Santa María de Bellera, que nos queda subiendo a la izquierda en una colina de 1.072 m de altitud, en la Sierra de la Bastida.
Desde el pueblo abandonado debemos volver poco más de un kilómetro hasta el indicador del Puente del Diablo. Se baja por un sendero amable y sombreado.
El puente del Diablo es francamente espectacular, un puente románico que unía el monasterio de Sant Genís de Bellera con el pueblo de la Bastida de Bellera salvando el barranco de Sant Genís, que queda a casi 50 m por debajo. El puente une el término de Senterada, dentro del enclave de Larén, y el oeste en el término de Sarroca de Ballera, ambos dentro del Pallars Jussà.
El puente, posiblemente construido por los monjes de Sant Genís, es de un solo ojo, mide 2 metros de ancho, 15,6 de largo, y la luz del arco único es de 7 metros. Este ojo está formado por una gran arcada semicircular con dovelas que forman el arco grandes, bien trabajadas y escuadradas. Los sillares que forman el resto del puente son más pequeños y menos trabajados, muy bien dispuestos en hileras. Estas hileras son más perfectas en el lado meridional, y menos, con espacios rellenados con piedras que hacen de cuña, en el septentrional. También en el lado norte hay un pedazo de puente reconstruido, seguramente en una época muy cercana a la nuestra. Los estudiosos que han desarrollado trabajos sobre el puente sitúan su construcción en el siglo XI. Su uso no estaba restringido al monasterio: era un paso frecuente para carboneros, ganaderos, arrieros y viajeros en general que quisieran llegar a Senterada desde las montañas del noreste, por donde discurrían los caminos que unían los dos Pallares.
Como todos los puentes del diablo, tiene una leyenda que explica su construcción: cuentan que una pastora de la Bastida de Bellera llevaba a pastar su rebaño en las montañas del Ban de Larén, en cuya vertiente meridional se encuentra el monasterio de Sant Genís. Para poder llevar el rebaño, tenía que dar una considerable vuelta. Un buen día, por el camino se le presentó un joven de aspecto muy agradable, quien le ofreció hacer el puente si ella se avenía a ciertas condiciones, que los libros obvian. La chica se avino, pero poniendo ella también una condición: que primero, el puente tenía que estar construido. El diablo disfrazado de chico galán aceptó sin pensárselo, y puso manos a la obra. Cuando a medianoche llevaba la última piedra para el puente, arranque del castillo de Sarroca, un monje del monasterio logró pasar por ese lugar. Sorprendido de la obra, de la rapidez con que se había hecho y de la osadía de la construcción en ese lugar, se persignó, convencido de que aquello era obra del diablo. Dicho y hecho: hubo un terremoto, se sintió un fuerte hedor de azufre, y el diablo huyó torrente abajo, dejando el puente inacabado y librando, así, la pastora de la Bastida de sus compromisos, que habrían sido la perdición de su cuerpo y de su alma.
Pasado el puente remontamos hacia lo que queda de Sant Genís, conocido también como las Bordes de Sant Genís, o las Bordes de Torres. Actualmente en ruinas, fue fundado por el abad Vulgará a mediados del siglo IX. El monasterio benedictino contó con la protección y donaciones de los condes de Pallars. A pesar de esta protección, en los siglos XI y XII empezó su decadencia. A partir de Sant Genís el sendero llanea y ondula por la vertiente que nos lleva al barranco del Grau. Un poco de subida para salir del barranco que nos acabará de remontar en la cresta justo encima del pueblo de Estavill y las fabulosas vistas sobre la Vall Fosca, Antist y el Montsent de Pallars al fondo.
Bajamos a Estavill dejando a la izquierda el sendero de Antist, uno de los más bonitos de la zona, y atravesamos el pueblo por dentro de sus callejuelas oscuras y retorcidas, bajo la iglesia de Santa Llogaia que, si no nos fijamos, pasará desapercibida.
En la parte baja encontramos el sendero de Estavell a la Pobleta, que va cortando la carretera sin tener que seguirla en ningún momento. Bien sombrío al principio, más abierto después y bastante derecho al final hasta dejarnos junto al río Flamisell, ya en las inmediaciones de la Pobleta de Bellvei (16 km, 690 m de subida y bajada).
Vuelta a Lleida donde cogeremos el tren de vuelta a las 19:01h en Lleida con llegada a Madrid a las 21:12. Fin de viaje.